Para salvar la vida de su hijo con una enfermedad terminal, la esposa de Hitoshi, Hibiki, firmó un contrato para convertirse en la orinadora de carne de un hombre rico llamado Hosokawa durante un año. Aunque era por su hijo, Hitoshi todavía lamentaba su impotencia al vender a su amada esposa. Cada semana, Hosokawa nos envía un vídeo grabando todo el proceso de entrenamiento de Hibiki.